La influencia religiosa en la nomenclatura agrocooperativa española
Desde hace unos diez años, parte de mi desempaño profesional ha estado relacionado con la formación en el ámbito de las empresas agroalimentarias, y muy especialmente en el ámbito cooperativo. Desde el principio (sobre todo desde que me puse a ojear la web de Cooperativas Agroalimentarias) me resultó evidente la enorme cantidad de nombres de cooperativas vinculados con la religión. El catálogo de vírgenes, cristos, santos y beatos era enorme. La historia lo explica muy bien. En el origen del movimiento cooperativo agrario aparece la Iglesia como clara protagonista y, con la institucionalización del poder terrenal de esta tras la Guerra Civil, parecía también una buena idea contar con el visto bueno de ella para iniciar aventuras cooperativas. Y qué mejor que usar el nombre de la Patrona o el Patrón para contar con el beneplácito del cura del lugar. Esta característica yo la solía utilizar para animar el debate de las pocas fusiones entre cooperativas. ¿Cómo vamos a perder el nombre