La sangre tiene un precio
El PIB se desmorona. La revisión que ha realizado el INE pone de relieve una caída mucho más profunda del consumo de lo estimado inicialmente. Así, el agregado final creció menos de lo esperado en 2011 y desde más abajo, puesto que también se ha corregido al alza la caída de 2010. El presunto culpable de este comportamiento es, como ya he adelantado, el mal comportamiento del consumo. Si miramos el comportamiento paralelo del consumo final de los hogares y del propio PIB comprobamos el gran peso que tiene en España esta componente. Y la conclusión inmediata es sencilla. O exportamos lo suficiente como para compensar la caída el consumo nacional o hacemos algo para aumentar este último. El problema es que a medida que la tasa de paro aumenta, lo hace también la desconfianza de las familias y se alimenta el círculo vicioso de la depresión: paro, desconfianza, menos consumo, menos oferta, más paro. Fuente: INE, Contabilidad Trimestral de España. La trasgresión anterior tiene otra