Cosas de la Globalización. Otra. No somos nadie: otra más. Nuestra economía de Champions League hace aguas por los cuatro costados. Al colapso global, derivado de la caída de los sistemas (más que mercados) financieros, en España se suma nuestra particular penitencia por los excesos de la era del ladrillo. No quisimos enterarnos de que había algo profundamente endeble en nuestro boyante crecimiento. Pistas no faltaban, como el crecimiento desbordado de nuestro déficit exterior, o como la continua ganancia de la construcción en las estructuras del PIB y del empleo. Las Casandras de turno volvieron a ser eso, Casandras, condenadas a saber que en el seno del Caballo de Troya estaba escondida la perdición de la ciudad, aunque nadie las creyera. No es tiempo de lamentaciones, ahora es el momento de los valientes, de las decisiones en el borde de la navaja, de las políticas que pueden hacernos salir del túnel o caer al profundo precipicio. España tiene que hacer algunos deberes, urgentes y