La trinidad del agua: bien social, recurso económico y base de la vida
Foto: Pixabay.com España es una de las potencias agroalimentarias europeas. La base de nuestra potencia se encuentra en nuestra situación en una zona templada y en la gran diversidad de climas y de ecosistemas, lo que nos permite ofrecer un amplísimo surtido de productos agrarios y ganaderos de una calidad normalmente excelente, a unos precios razonables. Sin embargo, la propia base de nuestra ventaja da origen también a uno de nuestros principales problemas. En España, las disponibilidades hídricas, como las de horas de sol o la altitud, son muy variables a lo largo y ancho de nuestro territorio. La agricultura, en el fondo, es un complejo proceso de transformación de agua, energía solar y algunos elementos químicos en masa vegetal y, en última instancia, en energía vital o combustible para los seres humanos. Los compuestos químicos pueden estar presentes en el suelo, o pueden ser inducidos con el turno de cultivos adecuados. Incluso, también pueden ser directamente añadidos: so