Si te haces viejo, creces. O, si no creces, no llegas a viejo

En el gráfico tenéis en un gráfico los datos de cruce entre edades y número de empleados de las empresas no agrarias españolas (según el DIRCE). Llaman la atención algunas cuestiones:

  1. Los colores tienden a invertirse con la edad. Al principio, y como es lógico, las empresas que más abundan son las pequeñas. Sin embargo, entre las más viejas, las de mayor tamaño son mayoría.
  2. El primer y tercer estrato de edad son los más poblados. También lógico, ya que la tasa de mortalidad en los primeros años de las empresas es muy alta. Se considera que una empresa está consolidada a partir del cuarto año. De ahí el menor tamaño del estrato "de 2 a 3 años".
  3. A partir del séptimo año hay un descenso continuado que está relacionado con los cambios en el mercado y con la incapacidad de las empresas de ir adaptándose a ellos (empresas que no saben reinventarse). Finalmente, el último estrato (20 o más años) es el más amplio, puede haber empresas de más de un siglo y, podría decirse que si han sobrevivido tantos años, es posible que hayan aprendido las capacidades inherentes de adaptación al cambio y que también cuenten con más recursos (es probable que sean más grandes) para afrontarlos.
  4. A partir de los 11 años de edad las empresas que sobreviven son más grandes, lo que me lleva al título de esta entrada.



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