Dos modelos andaluces de crecimiento demográfico: Almería vs. Málaga

El otro día, curioseando por la web del INE, en busca de nuevas series provincializadas a las que meterle el diente, me encontré con unos datos de saldos migratorios que me llamaron la atención. No eran nuevos, solo es que hasta ahora no los había convertido en gráficos y no los había comparado. Al hacerlo se ponen de manifiesto algunas diferencias significativas entre el comportamiento de dos provincias que suponía más similares de lo que realmente son (en lo que se refiere a comportamiento demográfico, quiero decir).

En las últimas décadas el crecimiento demográfico de Málaga y Almería ha sido de los más elevados de España. Ambas provincias comparten algunas características como la relevancia del turismo y la agricultura protegida, aunque las importancias relativas no son iguales: en Almería manda la agricultura mientras que en Málaga lo hace el turismo. En ambos casos, la inmigración extranjera tiene un peso importante, aunque en Málaga tiene más un perfil de "turismo residencial" o de retiro, mientras que en Almería es de origen económico, con repercusiones sobre los mercados locales y la estructura de rentas muy diferentes. También el punto de partida es diferente, las historias demográfica de Almería y Málaga hasta los años 80 del siglo XX son dispares, siendo mucho más prolongado en el tiempo e intenso el proceso de emigración almeriense que el malagueño. En cierta forma, Almería perdió el tren demográfico durante gran parte del pasado siglo.

La cuestión es que cuando comparamos en un mismo gráfico la evolución desde 2008 (año de arranque de la crisis financiera internacional) de los saldos migratorios interprovinciales (es decir, dentro de España) e internacionacionales de ambas provincias de inmediato salta a la vista una diferencia más.

Evolución de los saldos migratorios intraprovinciales y con el extranjero de Málaga

Evolución de los saldos migratorios intraprovinciales y con el extranjero de Almería
Fuente de ambos gráficos: INE


En Málaga, la mayor parte de los semestres presentan saldos migratorios positivos en las dos componentes. Solo hay tres ocasiones en las que se han movido en sentido contrario, siendo en dichos casos el saldo extranjero el que ha presentado cifras negativas; y en dos de ellos, tan negativas que terminaron arrastrando el total del saldo migratorio. Es decir, desde 2008 Málaga ha sostenido saldos positivos con el resto de las provincias españolas, semestre tras semestre, amplificando el efecto de las migraciones con origen en el extranjero.

Al mismo tiempo, Almería ha mantenido casi siempre un comportamiento contrario entre los flujos internacionales y los interprovinciales. Las migraciones interprovinciales solo fueron positivas entre el segundo semestre de 2012 y el primero de 2016, coincidiendo en gran parte con un período de saldos negativos con el extranjero y coincidentes con lo peor de la segunda V de nuestra crisis con paradiña y recaída.

Da la impresión de que los saldos migratorios almerienses son mucho más sensibles al ciclo económico que los malagueños (motivado por la diferente naturaleza de las migraciones internacionales). Pero también da la impresión de que Almería se comporta como puerta de entrada: los migrantes extranjeros entran por Almería pero posteriormente se trasladan a otras provincias, seguramente buscando mejores condiciones laborales. Puede que esto ayude a explicar el relativo éxito económico de Málaga en su esfuerzo por la diversificación. O puede que sea también resultado de ello. En cualquier caso, me parece obvio que desde el punto de vista estratégico y de largo plazo uno de los dos modelos es mejor que el otro.  



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