El papel de las expectativas [Economía]
Este articulillo me lo ha pedido el periódico La Atalaya. Nunca me había costado tanto escribir algo, y me he tenido que dejar cosas en el tintero para no pasarme de largo :-(
Hace pocos días les contaba a mis alumnos de Análisis Económico del Mercado de Trabajo que sin un número suficiente de personas piensa que la economía va a ir mal, ésta terminará yendo mal, y viceversa. Si un número importante piensa que irá bien, terminará mejorando la situación. Es el poder de las expectativas. En este sentido, hay un colectivo cuyas expectativas tienen una incidencia mayor que las del conjunto de la población. Este colectivo es el de los empresarios, puesto que las esperanzas de mejora provocan inversiones o mejoras en el sistema productivo, que terminan generando riqueza que contribuye a mejorar el nivel general de bienestar de la sociedad.
Así, en Almería nos encontramos con un tejido empresarial relativamente joven y de origen normalmente ajeno a la propia provincia o incluso extranjero. Ambos factores inciden en una menor aversión al riesgo y en una actitud más abierta hacia el emprendimiento empresarial. Y, como ya hemos dicho, si muchos de ellos tienen expectativas positivas, sus decisiones serán el reflejo de las mismas y contribuirán a la mejora de la situación general.
Por otro lado, es posible que este tipo de tejido tenga un menor anclaje con respecto al territorio, y que en situaciones de crisis decidan “cambiar de aires”, llevándose sus aires emprendedores a otra parte. Aunque esto se compensa por el lado del efecto demostración que ya han generado sobre el conjunto de la población y que anima a que la sociedad en su conjunto tenga una buena imagen de los empresarios y de los que quieren llegar a serlo.
¿Explica esto el comportamiento diferencial de Almería con respecto a la creación de empresas y al crecimiento económico? Posiblemente no de forma completa, pero seguro que forma parte de la ecuación que da respuesta a esa pregunta.
Hace pocos días les contaba a mis alumnos de Análisis Económico del Mercado de Trabajo que sin un número suficiente de personas piensa que la economía va a ir mal, ésta terminará yendo mal, y viceversa. Si un número importante piensa que irá bien, terminará mejorando la situación. Es el poder de las expectativas. En este sentido, hay un colectivo cuyas expectativas tienen una incidencia mayor que las del conjunto de la población. Este colectivo es el de los empresarios, puesto que las esperanzas de mejora provocan inversiones o mejoras en el sistema productivo, que terminan generando riqueza que contribuye a mejorar el nivel general de bienestar de la sociedad.
Así, en Almería nos encontramos con un tejido empresarial relativamente joven y de origen normalmente ajeno a la propia provincia o incluso extranjero. Ambos factores inciden en una menor aversión al riesgo y en una actitud más abierta hacia el emprendimiento empresarial. Y, como ya hemos dicho, si muchos de ellos tienen expectativas positivas, sus decisiones serán el reflejo de las mismas y contribuirán a la mejora de la situación general.
Por otro lado, es posible que este tipo de tejido tenga un menor anclaje con respecto al territorio, y que en situaciones de crisis decidan “cambiar de aires”, llevándose sus aires emprendedores a otra parte. Aunque esto se compensa por el lado del efecto demostración que ya han generado sobre el conjunto de la población y que anima a que la sociedad en su conjunto tenga una buena imagen de los empresarios y de los que quieren llegar a serlo.
¿Explica esto el comportamiento diferencial de Almería con respecto a la creación de empresas y al crecimiento económico? Posiblemente no de forma completa, pero seguro que forma parte de la ecuación que da respuesta a esa pregunta.
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