Charlas con mi hemisferio derecho, de Hernán Casciari
Odio a Hernán Casciari. Le odio con toda mi alma, con toda la intensidad de la que soy capaz porque ha sido capaz de hacer mucho de lo que siempre he querido hacer y nunca me he atrevido. Me odio, porque encima a él le ha salido bien. Dejó un trabajo más o menos fijo, y que ya era un trabajo fantástico, para lanzarse a la aventura de fundar una revista literaria global, y una editorial, ambas sin intermediarios al uso.
Este es uno de sus primeros productos editoriales, después de la propia revista y un libro de dibujos de Altuna. Se trata de una colección de relatos cortos, enlazados a través de algunas conversaciones mantenidas por el autor con el hemisferio derecho de su cerebro. ¿He dicho ya que odio a Casciari? También por como escribe, por la naturalidad con la que juega con los sentimientos del lector y por su enorme capacidad de reírse de si mismo. En el arranque de "Adicción por las metáforas", definiéndose, define a la mitad de la humanidad, la mitad que tiene el cromosoma XY: "Mi vida se divide en seis etapas: lactancia, infancia, pubertad, adolescencia, adolescencia con barba y adolescencia con canas seguida de muerte". ¡Encima me conoce!
La colección de escritos que presenta este libro se pueden leer de forma dispersa, y en el orden que se prefiera. Bueno, todos no, la excepción son las charlas con el hemisferio derecho, un ejercicio entre el juego psicoanalítico y el desdoble de personalidad.
Lo único que, a mi juicio, sobra o, simplemente, no encaja, es la disgresión sobre el uso de la tilde –por otro lado, muy atildado– cuando se escribe para un público global que pronuncia el español con distintos sabores.
En suma, una estupenda colección de buenos ratos, aliñados con un sentido del humor fresco y un punto de mala leche. Recomendable e imprescindible para comenzar a odiar a Hernán Casciari.
Este es uno de sus primeros productos editoriales, después de la propia revista y un libro de dibujos de Altuna. Se trata de una colección de relatos cortos, enlazados a través de algunas conversaciones mantenidas por el autor con el hemisferio derecho de su cerebro. ¿He dicho ya que odio a Casciari? También por como escribe, por la naturalidad con la que juega con los sentimientos del lector y por su enorme capacidad de reírse de si mismo. En el arranque de "Adicción por las metáforas", definiéndose, define a la mitad de la humanidad, la mitad que tiene el cromosoma XY: "Mi vida se divide en seis etapas: lactancia, infancia, pubertad, adolescencia, adolescencia con barba y adolescencia con canas seguida de muerte". ¡Encima me conoce!
La colección de escritos que presenta este libro se pueden leer de forma dispersa, y en el orden que se prefiera. Bueno, todos no, la excepción son las charlas con el hemisferio derecho, un ejercicio entre el juego psicoanalítico y el desdoble de personalidad.
Lo único que, a mi juicio, sobra o, simplemente, no encaja, es la disgresión sobre el uso de la tilde –por otro lado, muy atildado– cuando se escribe para un público global que pronuncia el español con distintos sabores.
En suma, una estupenda colección de buenos ratos, aliñados con un sentido del humor fresco y un punto de mala leche. Recomendable e imprescindible para comenzar a odiar a Hernán Casciari.
Hola, queríamos darle la enhorabuena por su blog y además
ResponderEliminarofrecerle nuestro servicio gratuito de intercambio de
banners con el que conseguirá más visitas aún para su blog.
Puede informarse sobre nuestro servicio en:
www.simban.site50.net