Un momento de descanso, de Antonio Orejudo

Nadie como alguien de la Universidad para hablar de la Universidad y que parezca el esperpento que en ocasiones realmente es...
Este escritor, al que comencé a seguir por la única razón que una vez comimos juntos en el comedor de la Universidad y me cayó simpático, cada vez me gusta más. En serio, como he ido leyendo todo lo suyo, al menos toda su novela y algunos de sus artículos en prensa, he vivido su evolución, al mismo tiempo que también lo hacía mi yo lector. Y en este libro he descubierto que tenemos algunos referentes comunes, como el gran Borges al que cita a través de uno de sus más famosos personajes: Funes el memorioso.
En lo que respecta a esta novela, la han estado vendiendo como una la primera novela española de campus, que no tengo ni idea de lo que es, pero que estoy seguro que "Un momento de descanso" no termina de ser. El campus es una excusa para dotar de referentes creíbles el relato. Un relato que en realidad va de lo cercano que están lo verdadero y lo imaginado y cómo pueden entremezclarse sin problema en la vida de alguien. Dicho esto, el argumento aborda el fracaso amoroso, el ansia de éxito a toda costa, la gran mentira del mérito en la Universidad española y la investigación de una impostura de lo más borgiana (aquel héroe que en realidad era un traidor), desde la perspectiva de un Orejudo que protagoniza su propio relato (otra vez Borges) en el que, en un momento dado, deja de ser capaz de distinguir entre lo real y lo inventado por él mismo.
Con un sentido del humor envidiable aprovecha para dar un repaso a algunas figuras que cualquiera que ha estado en la universidad sería capaz de reconocer. Es más, estoy seguro que cada uno tiene en su departamento, en su facultad o en su rectorado algunos tipos de los que aparecen en algunos de los momentos de la historia (impagable el concurso de profesor en el que el argumento de mérito es precisamente no tener ninguno).
En resumen, una lectura que puede parecer ligera pero que está preñada de cargas de profundidad a poco que uno sea un lector mínimamente atento.

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