El libro de los muertos

He atravesado la noche a oscuras. Mi libro de los muertos particular eran unas sombras en la pared de piedra que se movían lentamente y sin orden aparente.
Han pasado las horas, muchas. He mirado mi reloj y he adivinado el momento del amanecer. Pero no veo luz. Recuerdo de pronto el golpe, el profundo dolor y por un momento pienso que puedo estar muerto. Pero no puede ser, soy consciente de mi propio cuerpo y me duele la cabeza. Así que o me han enterrado vivo, o me han secuestrado, y no ser cual de las dos opciones prefiero...

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿RSS-lo-cualo?

Cambio de modelo, sí o sí

Mi planta de naranja lima, de José Mauro de Vasconcelos