La crisis del agua dulce
En este plantea que maltratamos a diario los humanos hay un recurso híperabundantes que, sin embargo, en su forma más directamente utilizable por los seres vivos es, en algunos lugares el principal limitante a la vida: el agua.
Aprendí en el colegio que 3/4 partes del planeta es agua. Pero luego comprendí que la que realmente nos es imprescindible para vivir es el agua dulce, de la cual ya no hay tanta. La cuestión es que, como una nueva manifestación de la crisis ecológica global de la que habla Jorge Richman, diez de los más caudalosos ríos del planeta y, por tanto grandes suministradores de ese tipo de agua tan necesaria para la vida terrestre, se ven sometidos a una seria reducción paulatina de sus caudales.
Cambio climático y contaminación parecen ser, a juicio de WWF/adena, los culpables de esta situación. Y, detrás de esos culpables últimos, como siempre, aparecen nuestras actividades económicas, que son las que producen la contaminación y, en última instancia, generan la mayor parte de las emisiones de CO2 que provocan el cambio climático acelerado (al menos si es verdad lo que dicen la mayor parte de los climatólogos del mundo).
La realidad es que el panorama al que parecemos abocados no es precisamente alhagüeño, el menos para los países pobres y los más meriodionales del Norte. Para una mayor comprensión del problema, os enlazo uno de los Mapas de Le Monde Diplomatic, sobre las disponibilidades de agua en el mundo y los conflictos que genera:
Aprendí en el colegio que 3/4 partes del planeta es agua. Pero luego comprendí que la que realmente nos es imprescindible para vivir es el agua dulce, de la cual ya no hay tanta. La cuestión es que, como una nueva manifestación de la crisis ecológica global de la que habla Jorge Richman, diez de los más caudalosos ríos del planeta y, por tanto grandes suministradores de ese tipo de agua tan necesaria para la vida terrestre, se ven sometidos a una seria reducción paulatina de sus caudales.
Cambio climático y contaminación parecen ser, a juicio de WWF/adena, los culpables de esta situación. Y, detrás de esos culpables últimos, como siempre, aparecen nuestras actividades económicas, que son las que producen la contaminación y, en última instancia, generan la mayor parte de las emisiones de CO2 que provocan el cambio climático acelerado (al menos si es verdad lo que dicen la mayor parte de los climatólogos del mundo).
La realidad es que el panorama al que parecemos abocados no es precisamente alhagüeño, el menos para los países pobres y los más meriodionales del Norte. Para una mayor comprensión del problema, os enlazo uno de los Mapas de Le Monde Diplomatic, sobre las disponibilidades de agua en el mundo y los conflictos que genera:
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