Paradoja espaciotemporal
La próxima semana coincidiran en la provincia de Almería dos eventos relacionados con el medio ambiente. Uno de ellos se celebra en la Universidad de Almería y versa sobre el cambio climático. A esta estoy invitado como ponente el miércoles junto con Abel Lacalle y Federico Aguilera Klink, el primero experto en legislación medioambiental y el segundo en economía de los recursos minerales, principalmente agua. Al primero lo conozco personalmente desde hace tiempo y al segundo hace tiempo que le quiero conocer, aunque le leo desde que pensé en una tesis sobre economía ecológica en Almería.
Al mismo tiempo se celebran en Aguadulce las IV Jornadas de Golf y Medio ambiente. Supongo que alguien se sorprenderá de que ponga ambas jornadas bajo el mismo post. De ahí el título. Pero lo curioso es que el programa del primer día promete. El del segundo y tercer día da menos juego. Supongo que el verdadero objetivo de las jornadas es convencer al la sociedad (que tiene la mosca detrás de la oreja) de las bondades del turismo residencial vinculado al golf. Y la estrategia es buena, porque la verdad es que deben trabajarse a una sociedad hastiada de excesos urbanísticos, ya sean vestidos de progreso o vestidos de golf. Es lo que tienen los abusos, que generan un profundo rechazo por parte de las gentes.
De un lado se analizará como el cambio clilmático va a afectar a la economía y a otros ámbitos de la sociedad y, del otro, cómo hacer campos de golf sostenibles. ¿Es o no es una paradoja espaciotemporal?
Al mismo tiempo se celebran en Aguadulce las IV Jornadas de Golf y Medio ambiente. Supongo que alguien se sorprenderá de que ponga ambas jornadas bajo el mismo post. De ahí el título. Pero lo curioso es que el programa del primer día promete. El del segundo y tercer día da menos juego. Supongo que el verdadero objetivo de las jornadas es convencer al la sociedad (que tiene la mosca detrás de la oreja) de las bondades del turismo residencial vinculado al golf. Y la estrategia es buena, porque la verdad es que deben trabajarse a una sociedad hastiada de excesos urbanísticos, ya sean vestidos de progreso o vestidos de golf. Es lo que tienen los abusos, que generan un profundo rechazo por parte de las gentes.
De un lado se analizará como el cambio clilmático va a afectar a la economía y a otros ámbitos de la sociedad y, del otro, cómo hacer campos de golf sostenibles. ¿Es o no es una paradoja espaciotemporal?
Lo de los campos de golf empieza más a sonar a estafa que a otra cosa. Bien es cierto que todavía estamos por debajo del número de campos que tiene por ejemplo Irlanda, pero allí es eso: un campo, grande, amplio donde se juega al golf.
ResponderEliminarAquí más que campos son laderas empinadas, pequeños y rodeados de casas por todas partes menos por el centro, y a veces ni eso.
Incluso no es ni para jugar al golf. La idea es que sirva de gancho para urbanizar un terreno, de forma que parezca que todo el turismo de dinero del mundo nos venga a nuestro pueblo. Eso compra voluntades políticas (amén de un pellizco de dinero). El problema es que una vez construido hay que mantenerlo, no sólo el campo sino también el club de golf.
Total, que el futuro es urbanizar los propios campos de golf.
Negocio redondo.
Si, el argumento de los promotores a veces va por esa vía. Uno de los que me deja más alucinado es ese que dice que para que se pueda regar con agua depurada hay que construir no sé cuantas miles de viviendas que produzcan esa agua. Simplemente kafkiano.
ResponderEliminarJa ja ja. De verdad que me estoy riendo con lo de construir más viviendas para generar agua para depurar. No lo había oído nunca.
ResponderEliminarComo dijo el otro "la poca vergüenza que hay que tener para no tener ninguna".
Si es que el que no se justifica es porque no quiere.